"A la intemperie"
«Estaba en el borde de un reino en el que cada pensamiento, cada imagen, tenía una existencia arbitraria, donde la conexión entre una cosa y la siguiente estaba cortada».
Paul Bowles. El cielo protector.
Habita en mí una extraña naturaleza de la que no tengo ningún control. Es tan incierta como mi pensamiento o mis emociones, pero ajena; y se agranda y se disemina por el resto de mí. «Ocúpese de las causas del oscurecimiento, no del sol», aconseja Bū 'alam Jilali, y no sé cómo, pero es lo que intento: evitar las sombras, fundirme con la luz.
Luego de la Kasbah Taourirt en Ouazarzate y Erg Chegaga emprendemos camino a M’Hamid. Las tormentas de arena nos obligan a llevar el shesh sobre la cara, pues «una partícula en el ojo puede dejarnos ciegos». Si miles de personas buscan otra vida al norte, nosotros nos dirigimos al Sáhara, al viejo Sáhara de comerciantes de oro, hachís o esclavos. Los hombres que caminan. Nosotros huimos de Occidente, de París y del enemundo. Mohamed Chukri diría que somos turistas ávidos de experiencias exóticas en «camellos de utilería», pero nosotros amamos de verdad el desierto, el furor del baile, el sexo, los aromas, la comida, el viaje… la vida.
Read More