Amantes y destructores: Biófilo Panclasta y la historia del anarquismo en Colombia
Para el Vicente Lizcano, a. Biófilo Panclasta, de mi novela, Vargas Vila pudo encarnar al anarquista de salón que prefiere alardear de su condición iconoclasta, buscar posiciones de poder, alternar con el rey de España o editar revistas; en todo caso, quien aprovecha oportunidades en las redes de poder para ganar una posición. Esta es la tesis que desarrollo en mi novela Amantes y destructores. Una historia del anarquismo cuando uno de los personajes advierte: “Todos hablan de Vargas Vila, pero ese era demasiado vanidoso para ser anarquista; por eso se quedó en Barcelona. Biófilo, o Vicente, como yo lo conocí, era distinto. No le interesó ni le interesa el reconocimiento o la fama… […] No es Vargas Vila. Panclasta sí vivió como un anarquista, mija; conforme a lo que saliera en el día. Eso fue lo que yo vi […] […] No ha bebido las mieles del poder, mija. Ni se le ocurriría tener un cargo público, alternar con el rey de España o tener la disciplina suficiente para editar revistas… No querrá quedarse en Barcelona, como el tolimense. Acaso vuelva a Argentina, quién sabe. En todo caso, lo suyo es errar. No tiene estabilidad, ni dinero, ni le importa tenerlos”.